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La peculiar orografía montañosa de la sierra ha hecho que en las zonas más altas no existan muchos asentamientos, ya que las duras condiciones invernales no facilitaban la vida de las personas allí.

En cambio, al ser una barrera natural se crearon diferentes caminos, calzadas o puentes que servían de comunicación entre ambas partes de la sierra. Estos pasos, algunos con muchos años de existencia, eran una necesidad estratégica muy importante.

Los primeros en llegar

Los primeros vestigios son de la prehistoria, de los años 1400-1200 a. C (Edad de Bronce). En la Pedriza podemos encontrar, en la finca de «Los Aljibes«, unas pinturas rupestres muy interesantes situadas en el hueco formado por dos enormes piedras graníticas. Fueron descubiertas en 1987 de forma casual y representan a un grupo de personas que parece que están celebrando un rito o danza. También se han encontrado en el yacimiento puntas de flecha, un hacha de bronce, cerámica…

Este forma parte que una gran cantidad de yacimientos existentes en la sierra y que forman parte de esta primera colonización. Estos lugares albergaban pequeñas poblaciones apegadas al entorno, que les ofrecía lo que necesitaban para vivir, principalmente alimento, piedra y minerales.

Uno de ellos es el Cancho del Confesionario, poblado visigótico excavado en 1968 y situado en la misma finca que Los Aljibes y que probablemente date del siglo VI-VII (y reutilizado posteriormente en el medievo). Está situado en un lugar estratégico por lo que probablemente serviría para el control y la defensa de la zona. Sus habitantes vivían de la minería, la cantería y una ganadería de autoconsumo. Es muy curiosa la forma de acceder, ya que se hace mediante una escalera tallada en la piedra.

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Ambos emplazamientos se encuentran situados dentro de la finca conocida como “Los Aljibes”, en Manzanares El Real. Su acceso por tanto se encuentra supeditado a la autorización por parte de los dueños de este espacio. No obstante la Sociedad Caminera del Real de Manzanares y la Asociación Socio Cultural El Real de Manzanares organizan con cierta regularidad visitas guiadas a estos yacimientos.

Tierras belicosas

Ciudad Amurallada

Buitrago del Lozoya

Castillo Medieval

Manzanares El Real

Castillo Viejo

Manzanares El Real

Avanzando en el tiempo señalamos como muy importante la edad media. Hay que recordar que durante la reconquista esta zona era un territorio frontera, donde hubo múltiples batallas y “encuentros” entre musulmanes y cristianos. Esto no ayudó tampoco a la creación de poblaciones estables, ya que éstas eran asoladas periódicamente por ambas partes. A pesar de ello podemos encontrar algunos vestigios de la época:

  • Castillos. como el castillo viejo de Manzanares (no confundir con el Castillo de los Mendoza del Siglo XV),
  • Ciudades medievales amuralladas como Buitrago del Lozoya y Pedraza,
  • Atalayas defensivas árabes como la Atalaya de Torrelodones.

Hay que recordar además que en esta época Segovia fue uno de los centros neurálgicos en el proceso de reconquista, y con ella la repoblación de la zona. Con esta repoblación comenzaron a asentarse diferentes actividades productivas, aunque la más extendida fue la ganadería debido a la facilidad de movimiento de los rebaños, algo fundamental en tiempos de guerra. Esta actividad se ha mantenido a lo largo del tiempo potenciada por la existencia de grandes espacios de pastos en las montañas, especialmente para el verano, cuando en la meseta éstos desaparecían.

Pero no acabaron aquí las historias bélicas en la zona, ya que al ser una barrera natural han existido conflictos armados a lo largo de toda la historia. Durante la Guerra de la independencia (contra la invasión napoleónica) se desarrolló una gran batalla en Somosierra. Como curiosidad decir que la batalla produjo un gran número de víctimas en el ejército francés debido al atasco que se produjo (no se habían inventado los carriles adicionales en aquel entonces). Varios cañones y los soldados españoles provocaron este atasco que sólo pudo ser franqueado por la caballería polaca, que acabó por romper la barrera y permitir a Napoleón acceder a la capital. Un museo existente en Somosierra (en la casa del Cura) recuerda la batalla. Y el nombre de esta batalla también aparece en los escritos del Arco del Triunfo del mismísimo París.

Pero ahí no acaba la historia bélica de esta zona, ya que la Sierra de Guadarrama fue una barrera muy importante también en la Guerra Civil española. En muchos lugares de la Sierra se pueden encontrar diferentes vestigios de este enfrentamiento como trincheras y casamatas (construcciones militares pequeñas para albergar armas como ametralladoras) repartidas por toda la sierra. Esto es debido a que los frentes estuvieron estancados en esta sierra durante gran parte de la guerra. De hecho, muchos pueblos del Parque tienen rutas que recuerdan diferentes momentos y hechos del conflicto.

Los primeros turistas

Podemos decir que los primeros turistas llegan a la Sierra De Guadarrama a finales del siglo XIX, debido a la cercanía de Madrid (y parece que esto se ha mantenido hasta hoy). Aquí hemos de señalar como gran impulsora de este primer acercamiento “turístico” a la Institución Libre de Enseñanza.

Esta institución, fundada en 1876 por ilustres catedráticos para defender la libertad de cátedra (negándose a ajustar sus enseñanzas a dogmas religiosos o políticos), promovió el acercamiento de la Sierra de Guadarrama, realizando diversas actividades para conocer los recursos naturales y el medio rural existente y descubriendo las maravillosas montañas. En esta época de gran movimiento intelectual la semilla arraigó y, múltiples científicos de diversa índole comenzaron a estudiarla, creándose además diversas sociedades y grupos defensores de la Sierra. Esto posibilita un gran conocimiento de la Sierra en la época, llegando incluso a solicitarse la declaración de Parque ya a principios del siglo XX.

Por desgracia, la guerra civil y la posterior etapa del franquismo hizo que todo este movimiento se desmoronara, perdiendo quizás unas posibilidades de desarrollo mucho mayores, como las que se vislumbran ahora con la creación del Parque Natural.