En la Sierra de Guadarrama podemos encontrar una diversidad de hábitats y ecosistemas naturales de montaña, tanto en los límites del Parque Nacional como en su entorno inmediato catalogado como Zona Periférica de Protección. Partiendo de las crestas y cumbres de la Sierra con pastizales, matorrales almohadillados y roquedos, los pinares y robledales de melojo que tapizan las laderas, hasta los bosques de galería de los fondos de valle.

Tipos de hábitats

Tipos de hábitats en Detalle

La línea de cumbre es límite natural de valles y cuencas hidrográficas, pero también ejerce de frontera territorial administrativa separando Municipios, Provincias y Comunidades.

En los territorios por encima de los 1800 metros de altitud y hasta los 2430 metros de Peñalara donde ya no son posibles los bosques debido a las duras condiciones climáticas de vientos, nieves abundantes, fuertes heladas y bruscos cambios de temperaturas.

matorralMATORRAL
El matorral de piorno (Cytisus oromediterraneus) ocupa una gran extensión de territorio en los parajes de mayor altitud de la Sierra, entremezclándose con los bosques entorno a los 1700 metros para quedar sólo el piorno entre los 1800 y 1900 metros, hasta los 2200 metros de altitud en todas las vertientes del parque. Los piornales tienen forma almohadillada y no superan el metro de altura para resistir los fuertes vientos y la pesada nieve durante los meses de invierno, tiñendo de amarillo las cumbres en la época estival.

praderaPRADERAS
Entre los matorrales tapizando gran extensión de las cumbres de la Sierra de Guadarrama aparecen los pastizales. Estas zonas están muy expuestas a insolación y el viento y aparecen especies adaptadas a esas duras condiciones como es el rompebarrigas (Festuca indigesta). Otra especie que se encuentra bien extendida que se encuentra a altitudes inferiores y suelos más húmedos son los cervunales (Nardus stricta). A ambas especies las acompañan una gran diversidad de gramíneas. Estas zonas de pastos sirven de alimento fresco al ganado durante el verano que escasea en las partes bajas de los valles.

roquedoROQUEDOS Y CANCHALES
Los roquedos y canchales son ecosistemas abundantes en las zonas de cumbres de la Sierra asociados a afloramientos rocosos que muestran sus orígenes glaciares en circos y morrenas, en ellos viven una gran cantidad de líquenes y especies vegetales que buscan las grietas pedregosas donde fijar sus raíces. Ecosistemas significativos son Peñalara, La Pedriza, Siete Picos o la Mujer Muerta.

lagunaLAGUNAS Y TURBERAS
Las lagunas son de origen glaciar y se encuentran sobre los 2000 metros de altitud. En su entorno aparecen las turberas, también denominadas tollas, tremedales o paulares, dando lugar a un suelo mullido y encharcado. En estos ecosistemas la vegetación tarda en descomponerse y se acumula sobre el terreno, dando lugar a los depósitos de turba. Se trata de ambientes muy pobres en oxígeno, muy ácidos y notablemente fríos. En estos ambientes también son muy escasos los nitratos, ya que escasean las bacterias nitrificantes, que son aerobias. Aquí podemos encontrar plantas insectívoras que son capaces de capturar pequeños insectos y digerirlos para conseguir sus dosis necesarias de nitrógeno.

pinares PINARES
Los bosques de pino silvestre (Pinus sylvestris) ocupan el límite superior de formaciones arbóreas en toda la Sierra de Guadarrama, entre los 1500 y 1900 metros de altitud, es el ecosistema con mayor extensión y más emblemático de la Sierra junto con el matorral de alta montaña y los robledales. Estos bosques de pinares se extendieron en su distribución por la acción humana para su aprovechamiento ocupando mayor extensión e invadiendo zonas de robledal . Son representativos los pinares de Valsaín y Navafría en la ladera Segoviana la Fuenfría y el valle del Lozoya en territorio madrileño.

El pino albar, pino silvestre o pino de Valsaín es un árbol estrecho que puede llegar a alcanzar los 40 metros de altura y se diferencia fácilmente por el color asalmonado de la corteza en la parte superior del tronzo y las acículas de color verde azulado, y crece en las fuertes pendientes de la sierra evitando en gran medida fuertes erosiones de las laderas. Este pino se mezcla con otras especies de pinos menos representativas, pino laricio (Pinus nigra) y pino resinero (Pinus pinaster).

El bosque que forma el pino albar es bastante abierto lo que permite que le acompañen otras especies arbóreas de menor porte como enebros (Juniperus communis), acebos (Ilex aquifolium) o tejos (Taxus baccata), y arbustos como el escobón (Genista florida), el jabino (Juniperus communis) y el piorno serrano (Cytisus oromediterraneus) en zonas de mayor altitud.
En las zonas altas se pueden encontrar otras especies típicas de bosques húmedos del norte peninsular como brezos, arándanos (Vaccinium myrtilus), gayuba (Actostaphylus uva-ursi) o la uva de zorra (Paris Quadrifolia), mucho más rara, que se refugia en algunos arroyos.

rebollarREBOLLARES
Según descendemos en la ladera nos encontramos los bosques de roble melojo o robledales (Quercus pyrenaica), también llamados melojares o rebollares, que en la Sierra de Guadarrama se distribuyen entre los 1000 y 1700 metros de altitud, y están asociados fundamentalmente a los suelos silíceos de la Sierra.

El roble melojo es una especie marcescente que se caracteriza por mantener sus hojas secas en las ramas desde los meses de septiembre hasta la primavera, comienzan a salir las hojas a mediados de primavera adaptándose así a las nevadas tardías, siendo además un mecanismo de protección frente a los herbívoros pues esta permanencia de hojas en ramas y brotes resultan muy poco sabrosas. Esta característica proporciona una tonalidad ocre a la sierra durante las épocas otoñales e invernales.

Los rebollares han sido explotados tradicionalmente para la obtención de leñas y carbones, por ello hay zonas, denominadas “matas” que no han desarrollado un gran tamaño. Algunos ejemplares se respetaban con el objeto obtener bellota y madera para construcciones. Hoy los melojares se recuperan y colonizan antiguos territorios tras el abandono de aprovechamientos tradiciones y disminución de la actividad agropecuaria.

Los melojares serranos presentan una diversidad considerable en cuanto a su tamaño, densidad y forma en función del uso al que ha sido sometido por el hombre, dehesas con robles de gran porte, matas y rodales densos con pequeños pies y muy densos.

encinarENCINARES
Los encinares carpetanos rodean la sierra en su base. Las encinas Quercus ilex subsp. ballota se mezclan con el enebro de la miera (Juniperus oxycedrus) y se sitúan en las zonas más bajas de la Sierra, llegando hasta los 1000 m de altitud. Se trata de un bosque considerablemente denso, en cuyo sotobosque aparecen diversos tipos de jarales (Cytisus sp.) y otras matas aromáticas como la mejorana (Thymus mastichina) o el cantueso (Lavandula stoechas)

Ocupando la misma altitud que los encinares aparecen los estepares, matorrales bastante densos de tonos verdeoscuros en los que domina la jara estepa (Cistus laurifolius). El estepar muestra un aspecto bastante uniforme a lo largo del año de tonos verdes, a excepción de la floración en la que llaman la atención sus grandes flores blancas.

aceboACEBEDAS
El acebo es una especie frecuente en la sierra de Guadarrama, salpicando entre los pinares donde es una especie frecuente en el sotobosque y cercanías de los cursos de agua. Más raro es encontrar rodales y bosquetes de acebo de una cierta entidad. Una de las mejores representaciones queda en el Pinar de la Acebeda (Montes de Valsaín) o el Acebal de Prádena

abedularOTROS BOSQUES SINGULARES
Otros bosques singulares en la sierra son los Abedulares, pequeños bosquetes relícticos situados en zonas de umbría y cercanos a arroyos, una buena representación es el abedular de Canencia o el de Navafría; los tejos centenarios del arroyo Barondillo y sabinares de sabina albar como el de Lozoya, todos ellos en el valle del Lozoya.

En los fondos de valle se encuentran los ecosistemas asociados a las actividades y aprovechamientos agropecuarios y los ecosistemas asociados a los cauces de los ríos.

pradosPRADOS DE SIEGA
En la parte baja de los valles rodeando los pueblos encontramos los prados de siega, campos de cultivo o eras. En los prados, zonas de relieves suaves, crece la hierba que sirve de alimento para el ganado en época de pastos y provee de heno para la época invernal. En los linderos de los prados de siega abundan arbustos como los endrinos, majuelos o viburnum que hacen de frontera natural entre las diferentes propiedades.

dehesaDEHESAS
Las fresnedas o dehesas de fresnos aparecen en vaguadas y zonas donde el suelo es profundo y la humedad abundante. La especie dominante es el fresno (Fraxinus angustifolia), aunque también puede aparecer el roble melojo y otros árboles caducifolios. Las fresnedas han sido tradicionalmente sometidas a clareos para favorecer el desarrollo de pastizales para el pastoreo del ganado y trasmocho, poda del fresno para obtener el ramón (hojas de la poda) para el ganado y leña. Este trasmocho da lugar a la forma característica de los fresnos en las dehesas de la Sierra de Guadarrama quedando un tronco grueso con ramas finas en la parte final del tronco. En las fresnedas abundan los nidos de cigüeña blanca y distintas especies de arbustos como son los majuelos (Crataegus monogyna), endrinos (Prunus espinosa), saúcos (Sambucus nigra) entre otros.

Las dehesas de fresnos componen un ecosistema complejo resultado de un manejo silvopastoril sostenible, dando lugar a los mejores pastizales de la falda de la Sierra que abastecen al ganado vacuno (una de las actividades económicas tradicionales de los habitantes de la Sierra); y alojando la existencia de una gran diversidad de animales y plantas silvestres.

reiveraBOSQUES DE GALERÍA
Los ríos y arroyos de la Sierra de Guadarrama, Manzanares, Eresma, Guadarrama, Lozoya, son algunos de los ríos que nacen en esta Sierra, aunque en ella muchos no alcancen el caudal suficiente que les caracteriza como grandes ríos y que conseguirán varios kilómetros aguas abajo. Las aguas que forman estos cursos son limpias, rápidas y bien oxigenadas que son abastecidas por el agua de lluvia y el deshielo de las masas de nieve, que fluctúan enormemente entre verano e invierno desde grandes torrenteras en épocas de lluvias y deshielo hasta pequeños hilos de agua en épocas de estío. En las zonas bajas forman los bosques de galería, vegetación de ribera en la que se pueden encontrar especies como sauces (Salix sp.), álamos (Populus sp.), olmos (Ulmus minor) o fresnos (Fraxinus angustifolia).